2/2/17

¡Sí o sí!


Pues no. Nuestros filisteos prosperan planteando falsas disyuntivas que se reducen a una solución decidida de antemano, indiscutible. ¡En pleno siglo XXI! ¿A quién, si no a talibanes, se les puede ocurrir contrariarlas? Contra cualquier forma de discriminación, sin matices, ¡sí o sí! ¿A que sí? A favor de la salud, ¡sí! A favor de la educación, ¡sí! A favor de la felicidad, ¡sí! Conclusión: sí al aborto y a la eutanasia, porque sobre tu cuerpo decides tú; sí al Estado educador, porque tus hijos son de todos y de cualquiera; sí a lo que te salga de los genitales, porque ¿qué otra razón de peso se puede oponer? Te lo costeamos. Te lo regulamos. J. Este lugar común se enunciaba antaño, desconsiderado, así: ¡O por las buenas o por las bravas! El progreso ha sido fulgurante: hoy por las bravas -en política, ni te digo, antidemócrata- se hace todo bien, de maravilla, porque nada bueno se puede hacer por las bravas. Afirmativos, propositivos, proactivos, debemos avanzarnos, contorsionistas y sonrientes, a procurar la realización de cualquier posibilidad que desmienta lo que hasta hoy se haya podido pensar y sentir, que no es sino una rémora reaccionaria. ¿A que no?

6 comentarios:

  1. Aquí en Francia, quien, últimamente, ha ahondado más en esa crítica del filisteísmo "progresista", es Eric Zemmour, con su "Le suicide français", libro en el que analiza y desmonta muy bien todas esas falacias contemporáneas que están convirtiendo este país en una ruina intelectual, económica y política.

    El libro no ha sido traducido al español pero sí al italiano, según veo en amazon.es

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  2. Aunque para Bloy Alemania era básicamente una nación de millones de demonios, el furibundo nacionalismo antieuropeo del reaccionarismo francés me parece moderno, revolucionario. No se les cae tampoco de la boca la expresión "los valores de la República", que es su equivalente caído a las "divinas palabras".

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    Respuestas
    1. ¿"Moderno, revolucionario" el "furibundo nacionalismo antieuropeo" de los actuales reaccionarios franceses?

      No lo entiendo. Querer volver 50-60 y en algunas cosas 100 años atrás ¿es ser moderno y revolucionario?

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    2. Sí. El Estado-nación de hace cien años es una construcción moderna a la que la Revolución le dio su planta. Se puede discutir todo lo que se quiera sobre la conveniencia, la utilidad o la razón de ser de la superestructura ideológica actual europea, pero las propuestas de regresar medio siglo o un siglo atrás reclama como vigente y actual un ideal históricamente moderno y revolucionario que se sintetiza en el sintagma "los valores de la República". En cada país esa vuelta tiene obviamente sus matices propios. Si se quiere, lo miro un poco con los ojos de Chateaubriand...

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    3. En la reivindicación de "los valores de la República" que hacen los nuevos reaccionarios franceses, lo esencial no es la República sino los valores, que son los eternos - o los cristianos, si se prefiere (una vez despojados de toda connotación política).

      Entre otras cosas porque para criticar la modernidad hoy en un país tan ideológico y político como Francia, es prudente no ir más lejos y no meterse en berenjenales tipo no ya Chateaubriand sino Joseph de Maistre, que es quien más lejos ha ido en cuestiones de pensamiento reaccionario por lo menos aquí en Francia.

      Lo importante de Zemmour o de Finkielkraut o del inspirador de todos ellos y el crítico más feroz de la modernidad a la francesa, Philippe Muray, es que han demostrado que los valores progresistas son falsos y conducen al caos.

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  3. Ya lo dijo el amigo De Maistre: la contrarrevolución (o reacción) no es una revolución en sentido contrario, sino lo contrario de la revolución. Aproximadamente.

    Saludos

    Ander,

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